sábado, 13 de marzo de 2010

Análisis de la parábola Maldición de la higuera estéril y la expulsión de los vendedores del Templo Mc 11,12-19

1- Lectura

12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, Jesús sintió hambre.
13 Al divisar de lejos una higuera cubierta de hojas, se acercó para ver si encontraba algún fruto, pero no había más que hojas; porque no era la época de los higos.
14 Dirigiéndose a la higuera, le dijo: "Que nadie más coma de tus frutos". Y sus discípulos lo oyeron. 15 Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el Templo y comenzó a echar a los que vendían y compraban en él. Derribó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas, 16 y prohibió que transportaran cargas por el Templo.
17 Y les enseñaba: "¿Acaso no está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones".
18 Cuando se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas, buscaban la forma de matarlo, porque le tenían miedo, ya que todo el pueblo estaba maravillado de su enseñanza.
19 Al caer la tarde, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad.

2- Contexto

El entorno se desarrolla en Jerusalén, cerca de Betafe y Betania. Junto al monte de los olivos. Los personajes presentes son Jesús y dos de sus discípulos. Jesús maldice una higuera al ver que esta solo tenía hojas. Sin conseguir ningún fruto, por lo que, enfadado dijo que nadie más comiera sus frutos, fue maldecida.

3- Sentido

Jesús bendice a mi pueblo y al mundo, bendición especial de Dios, pero el pueblo de Israel no ha dado sus frutos, por lo que simbólicamente, la higuera maldecida es el pueblo de Israel.

Jesús al llegar al templo y ver que había sido convertido en un mercado con autorización de los sacerdotes, se enfadó por el hecho de faltar el respeto a la casa de Dios.

4- Preguntas a Dios sobre el texto

- ¿Por qué una persona “sin frutos” es vanidosa y superficial?

Porque los frutos en una persona representan los valores fundamentales en el Reino de Dios que nos hacen características de cada uno de nosotros, sin ellos somos superficiales.

5- Compromiso

Debemos ser personas claras y con buenos pensamientos para conseguir unos valores y características de la vida cristiana en compañía de Jesús. Estos valores, el Reino de Dios quiere que las aprovechemos al máximo.